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Antonio López Moreno

Parapentista

Miembro del Club Huercal-Overa Vuela, con 39 años, falleció el 6 de agosto de 2014 en un accidente con su parapente en el aterrizaje de Zarcilla de Ramos.


El sábado 13 de septiembre se le rindió homenaje en la Concentración de Parapente PEÑARRUBIA 2014 organizada por el Club Desnivel, en Lorca, con la presencia de su familia y de los compañeros de su club.


Tras un minuto de silencio, Miguel Ángel Uribe (el Bicho), parapentista y uno de los mejores amigos de Antonio, leyó el siguiente discurso en su honor:

Hablar de Antonio López Moreno, hablar de nuestro amigo ‘El Moreno’ es especialmente fácil. Y es fácil porque basta con mencionar su nombre e instantáneamente, en la cabeza de todos los que le conocimos, aparece una imagen nítida que lo devuelve a la vida. Aparece la persona cordial que impregnaba de optimismo los lugares por donde pasaba.

Es fácil porque no hay que adornar las palabras para que irrumpa en la mente de cada uno de nosotros la imagen siempre cordial de la persona que me enseñó a relativizar los problemas, a poner distancia a los convencionalismos, a sobrevolar este inhóspito mundo, a mirarlo desde otra perspectiva, desde otra óptica, en definitiva a saber vivir.

Nadie como él giraba las térmicas del optimismo, sorteando con indiferencia los rebufos de los malos rollos.

Nadie como él se arrimaba a las laderas de los buenos amigos, evitando los sotaventados aires de las malas sangres.

Nadie como él hacía las transiciones de la vida por rutas desconocidas, sin miedos, con unas inmensas ganas de experimentar, por confluencias sembradas de energía y de buena gente.

Ser amigo del Moreno era fácil, tenías que ser ave rapaz y acompañarlo en su vuelo, tenías que dejarte llevar, dejarte impregnar por una inédita manera de ver la vida. Desde donde él volaba, el mundo era diferente, muy diferente. Hablar del Moreno, insisto, es muy fácil, extraordinariamente fácil.

Lo que es muy difícil, maldita sea, es hablar de su ausencia. No existen palabras que puedan describir el vacío que deja una persona que lo llenaba todo con su presencia. Su final no estaba escrito y no hay manera de rellenar las líneas vacías, las miles de páginas en blanco que ahora la vida nos obliga a reescribir sin él.

Es muy difícil describir su ausencia, porque cierras los ojos y aparece, te duermes y lo sueñas; y no hay manera de concebir la idea de pasar el resto de mis días sin él.

Es muy difícil transmitir el dolor de miles de cristales de hielo clavándose al mismo tiempo en el corazón cada vez que pienso en la soledad de su madre, de su hermano de su mujer y de los muchísimos amigos y conocidos que nos hemos quedado en el camino.

Es muy difícil quitarte la garra que te anuda el cuello ahogando en lágrimas el deseo de poder darle un abrazo más … sólo uno más.

Supongo que en algún momento, cuando el dolor se haga soportable, podré volver a mirar sus fotos con añoranza y reírme recordando tantos buenos momentos, tantas fiestas, tantas risas.

Dicen que no te mueres del todo mientras permanezcas en el recuerdo, en la cabeza de alguien que decide así mantenerte vivo.

Los que no creemos en historias divinas, sabemos que El Moreno ya no está y que nunca nos vamos a encontrar con él. Sólo nos queda aprender a vivir con el dolor de su ausencia y con la inmensa alegría de haber tenido la suerte de haberlo conocido. No tenemos ningún cielo al que mirar, más que para recordar sus vuelos.

Creo por encima de todo en las buenas personas, mi biblia es el testamento que amigos como El Moreno dejan escritos para siempre y por siempre; para que los que lo conocimos aprendamos simplemente a ser mejores personas.

Domingo Tormo Monllor

Club de Aeromodelismo Los Halcones de la Rambla

Reconocimiento a Domingo Tormo Monllor

Salvador Ibáñez Vera

Club de Aeromodelismo Los Halcones de la Rambla

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Miguel Pérez García

Club de Aeromodelismo Los Halcones de la Rambla

Reconocimiento a Miguel Pérez García

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